Es una de las dos tartas que he hecho para mi cumpleaños, porqué ya estaba un poco saturada de tanto fondant y tanto bizcocho! Me apatecía algo fresco y la verdad es que esta tarta es tan suave y fresca y dulce que si te dejan te la comes entera. Os la recomiendo porqué a todo el mundo le encanta.
Ingredientes:
Para la base:
Un rulo de galletas María
100 g de mantequilla derretida
Para la tarta:
3 yogures naturales
200ml de nata para montar
400 ml de leche entera
100ml leche condensada (mmmmm)
80g azúcar
3 sobres de cuajada
Para la cobertura:
Ideal decorar la tarta con fresas naturales, pero como no tenía ...
125 ml agua
1/2 sobre de gelatina neutra en polvo
3 cucharadas mermelada de fresa.
Receta:
Para esta tarta necesitaremos un molde de aro desmontable, yo usé uno de 23cm, pero se puede usar uno más pequeño. Lo primero que hacemos es la base. Trituramos las galletas, (si no tenemos un robot de cocina, las troceamos, las ponemos entre dos papeles de horno y las machacamos con un rodillo). Derretimos la mantequilla al micro y la mezclamos con las galletas hasta formar una pasta. La ponemos en la base del molde y vamos presionando con el dorso de una cuchara hasta que llegue a cubrir toda la base y quede uniforme. Ponemos el molde en la nevera.
En un cazo ponemos todos los ingredientes al fuego y removemos hasta que hierva, bajamos un poco el fuego y seguimos removiendo 20 minutos. Vertemos esta crema encima de la base y volvemos a meter el molde en la nevera.
Para la cobertura, ponemos en un cazo los 125ml de agua y calentamos. Añadimos la gelatina y removemos bien con las varillas. Añadimos la mermelada y seguimos removiendo hasta que esté todo bien integrado. Lo vertemos encima de la tarta y a la nevera de nuevo. Tiene que estar uns 4 horas en la nevera como mínimo para coger consistencia. Aunque mejor de un día para otro. Desmoldar con cuidado antes de servir y decorar.
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